Colección de citas de un campeón. Por: Juan Antonio Razo
Muchas veces jugué enfermo pero mi corazón era más grande. Siempre cuidé mi salud. Muy pocas veces me lesioné. En una ocasión, previo al encuentro, tenía espasmos en la espalda, pero esa noche jugué uno de mis mejores partidos. Entre cada torneo me cuidaba y entrenaba con más fuerza. Michael Jordan.
Cuando alguien alcanza la celebridad, sus palabras son tomadas en cuenta, sus frases son como un cono de influencia sobre la conducta de los demás. Decir una frase sobre todo cuando uno es famoso requiere de una gran responsabilidad. Es el caso de Michael Jordan quien, a pesar de que es un eterno bromista, siempre se ha tomado en serio lo que dice cuando la situación así lo requiere. También en este terreno MJ es un ganador.
Una frase aislada puede producir duda o confusión; por eso conviene anexar el contexto donde fue dicha. Esto es lo que he hecho en esta publicación.
Michael Jordan, desde niño y adolescente fue un “hacedor” de frases y sus comentarios llenos de ingenio prevalecerían con sus compañeros y familiares quienes luego las divulgarían. Ya de adulto, su talento y su agilidad mental le ha permitido ganar todos los duelos verbales que suele tener en su vida cotidiana o cuando los periodistas lo quieren poner en aprietos. Lo normal es que Michael encuentre una salida diplomática y salga avante.
Veamos una primera lista de anécdotas de su majestad:
Con respecto al entrenamiento Michael diría:
«Lo que no se hace en las prácticas, difícilmente se hará en la cancha durante un encuentro.»
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Con respecto a su filosofía con respecto al juego, diría:
«Ganar cada reto y divertirme, así es mi vida.»
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Con respecto a su filosofía personal diría:
«Yo no soy más importante que un bombero o un policía.»
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Cuando le preguntaban acerca de sus hábitos alimenticios, caracterizados por la sobriedad Michael Jordan contestaría:
«En efecto, me alimento como pájaro para así poder volar; hay otras aves como la gallina o el pavo que comen mucho pero en cambio no vuelan.»
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Cada triunfo parcial lo motivaba y a su vez le daba confianza; su mentalidad resultó la base fundamental. Respecto a cómo logró el éxito, comentaría:
«¿Cómo superar los obstáculos y lograr nuestras metas? ¡Paso a paso! No concibo otra forma de hacerlo.»
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Michael Jordan declaró en una ocasión a la prensa:
«Yo amo este juego. Es como mi vida.»
Entonces la NBA tomó la frase como un “slogan” publicitario en el año 1997:
“I love this game”, decían los grandes carteles. Luego Michael Jordan diría:
«Ser jugador estrella de la NBA requiere llevarlo en las venas, si no, te pierdes en la mediocridad.»
Y después agregaría:
«Cuando entro en la cancha no pienso en nada; si tengo algún problema, sé que después de jugar mi mente estará más clara y se me ocurrirá una mejor solución; para mí, el basquetbol es como una terapia, me relaja y me ayuda a resolver los problemas.»
«Siempre he amado este juego, es la mejor opción para convertirse en triunfador, lo amo y me divierto; y lo disfruto con más inteligencia conforme pasa el tiempo.»
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Los reconocimientos a Michael se centraban en su capacidad de sostenerse en el aire, como si volara. Se le decía: “Air”, “Rare Air”, “Airness”, “Air Jordan” o “el Señor de los Aires”; cuando se le bautizó como Superman, contestaría:
«No soy ningún Superman, yo sólo lo imito en la televisión.»
Se cronometró el tiempo que Michael permanecía en el aire y se concluyó que nadie como él poseía esa virtud tan especial de saber flotar. Las fotografías de “Su Majestad” se volvieron coleccionables. Michael comentaría:
«Yo nunca pensé que podía conseguir esa altura; creo que pude haber besado el aro; era como si yo estuviera viendo hacia abajo a través de él.»
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Respecto a su ética laboral durante su carrera deportiva con los “Chicago Bulls” MJ comentaría:
«La gente sólo ve los resultados, pero detrás hay una vida de duro trabajo. Yo iba de práctica en práctica personal y luego de práctica en práctica en el equipo. Al principio decían que la parte débil de mi juego era la ofensiva y me dediqué a ella hasta ser el mejor. Después decían que mi parte débil era la defensa y me dediqué a trabajar fuertemente hasta que fui considerado el mejor. En las prácticas, cuando mi entrenador daba por terminada la sesión yo le decía: “¿podemos practicar un poco más? Los hábitos de trabajo y la actitud en la cancha es lo que nos hace grandes.»
«Es posible que el cuerpo ya no responda pero el corazón nunca estará fatigado. Aunque nuestros rivales físicamente fueran muchas veces superiores, el equipo tenía una ventaja filosófica. Nuestro entrenador siempre provocaba un acercamiento emocional en cada partido. El zen nos enseña a comprender las cosas en un plano distinto, uno aprende a verse a sí mismo y a lidiar con las realidades que hay a nuestro alrededor. Al final uno lo puede relacionar todo incluyendo la práctica del deporte. El zen me enseñó a estar en el momento, mostrando mis habilidades sin forzar las situaciones, porque en el zen uno se imagina las situaciones que más tarde se presentarán, de modo que cuando se presentan ya no es algo nuevo y uno sabe qué hacer. Cuando logré comprender todo esto fue cuando me convertí en un verdadero campeón.»
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Después de lograr los “Chicago Bulls” el sexto campeonato, y una vez pasada la euforia, estaba previsto que la dinastía se disolvería. Scottie Pippen sería de los primeros en explotar y declararía que el final había llegado. Se supo que Pippen al llegar a su auto aventó, de mala gana, su maleta en la cajuela, farfullando: «Nunca me volveré a poner este uniforme». La salida de Pippen era inevitable pero había que ser diplomático; por eso Michael comentaría luego a la prensa:
«Desde luego, ese uniforme no lo volverá a usar, le darán otro nuevo.»
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Michael Jordan, con su segundo regreso al basquetbol, integrándose con los “Wizards”, cambió su “cómoda” posición de directivo por una de un riesgo sin precedentes, entrando a un futuro con más preguntas que respuestas; sin embargo la confianza que poseía en sí mismo le permitió tomar éstos y otros riesgos; en las entrevistas previas al inicio de la temporada, declararía:
«Regreso no por dinero ni por gloria sino por el amor que le tengo a este juego. Cuando me retiré la última vez deje abierta una posibilidad de regresar. En ese momento estaba fatigado mentalmente y no estaba dispuesto a continuar con el equipo reconstruido.»
«Es una inquietud que no quiero seguir preguntándomela por el resto de mi vida.»
«Regreso porque amo el juego y no me importa el dinero.»
«Sí, me siento algo nervioso por lo que se espera de mí, no sólo por los aficionados, sino por todos los que cubren la liga NBA.»
«Es un nuevo reto, pero mi confianza está en lo más alto; no hubiera regresado si me faltara esa confianza que se necesita para salir cada noche a enfrentar a los rivales; creo que mis habilidades están allí, puedo jugar al máximo y lograr éxitos.»
«Mis rivales que van a estar marcándome son ahora más jóvenes, rápidos y hábiles, pero yo estaré allí en la duela; es un nuevo reto, pero sé que ellos estarán más nerviosos al enfrentarme.»
«Vuelvo como jugador al deporte que amo; mi objetivo es llegar a los “playoffs” con los jóvenes del equipo y que alcancen a jugar al mejor nivel como profesionales.»
«Quiero darle la oportunidad a la franquicia de los “Wizards” de ganar, correspondiendo a la oportunidad que ellos, a su vez, me dieron.»
«Si los críticos dicen que los perros me van a cazar, yo les contesto que no me voy a quedar atrás con los ladridos; yo no rehuyo a nadie.»
«A los actuales estrellas jóvenes así como ellos me perseguirán quiero decirles que yo también los perseguiré. No tengo temor a nadie. Para mi será un gran reto y desafío. Yo sé de lo soy capaz y todos van a estar motivados para enfrentarme.»
«No le tengo miedo al fracaso; no siento temor. Respeto al basquetbol y a mis rivales.»
«No me preocupa lo que hasta ahora he logrado. Si fuera así no haría esto. Acepto este reto. Aunque no me preocupa si no puedo lograr lo que me he propuesto. Nadie me puede quitar mis seis anillos y todo lo que he logrado.»
«Mi confianza está en la cima. No hubiera regresado si me faltara esa confianza.»
«Espero influenciar a los jugadores con mi actitud que tengo hacia el juego. Mi responsabilidad en esta organización es tratar de transmitirles esa actitud.»
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Después de un pésimo juego de los “Washington Wizard” MJ declararía:
«Fue patético, deberíamos regresar las entradas.»
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Días después de su último juego, en marzo de 2003, y que significaba su retiro definitivo diría ante los medios de comunicación:
«Jugué lo mejor que pude, traté de ser el mejor.»
