En las salas de cine se proyectaban Pulp Fiction, Forrest Gump, Braveheart, Titanic y Matrix. En la televisión, los adolescentes se divertían con las series de El Príncipe del Rap, Beverly Hills 90210, Baywatch y los Expedientes Secretos X. En esta década nace la música grunge, Nirvana emerge al estrellato y su vocalista Kurt Cobain acabaría muy pronto con su vida. En los discman sonaban Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains, mientras que grupos como Blur, Oasis y Radiohead aparecían al mismo tiempo en la estela musical. Pasaban los años y Michael Jackson, junto con Madonna, seguían reinando la música pop y MC Hammer sonaba en la radio de todo el mundo con su «Can’t Touch This».
Alrededor del mundo ocurrían grandes acontecimientos. Nelson Mandela era liberado tras 27 años de prisión para después ser presidente de su país. Freddie Mercury fallecía víctima del SIDA. EE.UU. desata la Guerra del Golfo. El movimiento zapatista veía la luz en México, mientras que la globalización y la clonación genética son los temas del momento en las noticias. Los Simpsons es la caricatura más popular en todo el mundo, mientras los Chicago Bulls ganaban seis campeonatos de la NBA con un gran equipo comandado por Michael Jordan.
Los noventa no podían iniciar mejor para la NBA. Los Pistones de Detroit serían los primeros en obtener un campeonato bajo el mando del coach Chuck Daly. Los “Bad Boys” combinaban la estrategia del juego sucio con la efectividad y calidad de jugadores como Joe Dumars, Dennis Rodman, John Salley y el “Microondas” Johnson. En 1990, Detroit venció a los Trail Blazers de Portland, siendo Isiah Thomas el jugador más valioso de las finales.
En 1991, los Chicago Bulls de Michael Jordan marcaban la historia de esta década al ser el primer equipo en lograr una racha de tres campeonatos desde aquellos Celtics de Boston de los sesenta y los Lakers de Minneapolis de los cincuenta. Con una gran defensa y con una ofensiva de triángulo en proceso de desarrollo en los primeros tres campeonatos, los Bulls ya no estaban dispuestos a que los Pistones los dejaran otra vez en la orilla. La llegada de Phil Jackson fue una de las primeras piezas de esta gran maquinaria que comandaba Michael Jordan; de esta manera, los Bulls tundieron a Los Angeles Lakers para llevarse su primer campeonato en la era de Jordan.
El trabajo en equipo y el talento individual de Scottie Pippen, Horance Grant y John Paxson hicieron de este equipo una leyenda de la NBA al despachar en tres temporadas consecutivas a los Lakers de Magic Johnson, los Trail Blazars de Clyde Drexler y los Suns de Charles Barkley. Los fanáticos lo denominaron el «Three-peat», y en estas tres finales de campeonato, Michael Jordan fue el jugador más valioso.
Pero no todo fue para los Chicago Bulls, tras el retiro momentáneo de Michael Jordan, el equipo de los Houston Rockets aprovechó esta pausa de su “Majestad” para llevarse a sus vitrinas el trofeo Larry O’Brien en dos ocasiones (1994 y 1995) al vencer a los NY Knicks junto con la barrida al Orlando Magic. Hakeem Olajuwon fue el jugador más valioso en ambas finales.
Mientras el show time de los 90 pertenecía a Shawn Kemp, Reggie Miller, Dikembe Mutombo y los espectaculares RUN TMC de Golden State, las marcas deportivas revolucionaban la moda del baloncesto con los Converse Cons, LA Gear, Reebok Pump y los Air Jordan. Del otro lado del continente, el Dream Team acaparaba toda la atención en los Juegos Olímpicos de Barcelona, mientras jugadores como Gran Hill, Jason Kidd, Larry Johnson, Muggsy Bogues, Alonso Mourning y Shaq O´Neal serían los jugadores jóvenes y talentosos a mediados de la década.
En 1995, Seattle Supersonics daban la sorpresa con sus estelares Shawn Kemp, el “Guante” Gary Payton y Sam Perkins; pero enfrente tenían al poderoso Chicago Bulls con un récord de 72-10, el mejor en la historia, y con un cinco inicial conformado por Harper, Jordan, Pippen, Rodman y Longley; junto con la mejor banca de la liga: Steve Kerr, Toni Kukoc, Bill Wennington, Jason Caffey, Jud Buechler y Randy Brown. Lo demás es historia.
Pero para 1996 aparecía el Utah Jazz del “cartero” Karl Malone, que lideró el departamento de anotadores durante esta década, además fue el segundo mejor en partidos jugados y también en rebotes. Pero ni él, ni Stockton, y mucho menos Jeff Hornacek, lograron ganarle el paso a Chicago en las dos ocasiones consecutivas que se vieron en una final. De esta manera, los Chicago Bulls repiten el «Three-peat» y en estas tres finales de campeonato, Michael Jordan fue el jugador más valioso.
En el último campeonato de esta década, San Antonio Spurs dio cátedra de baloncesto con un equipo conformado por el “almirante” David Robinson, Tim Duncan, Mario Elie, Avery Johnson y Sean Elliott, quienes a su vez pasarían la estafeta a jugadores como Steve Nash, Kevin Garnett, Kobe Bryant y Dirk Nowitzki.
Sin duda, la década de los noventa en la NBA será recordada por tener a una de las mejores generaciones de jugadores, de ser un período de transición donde los pilares de los ochenta dejaban la estafeta a una buena cantidad de jugadores espectaculares que harían más popular a la NBA. Fueron los años de bonanza, los años fabulosos comandados por un tal Michael Jordan y sus Chicago Bulls.
