La Copa del Mundo de Baloncesto FIBA ha terminado y el Trofeo Naismith ha aterrizado en Alemania, donde los campeones del mundo de Gordie Herbert fueron festejados por miles de aficionados en Fráncfort.
Antes de que nos alejemos demasiado de los recuerdos, repasemos algunas cosas que nos encantaron y aprendimos del Mundial 2023.
LECCIÓN #1: Alemania puede ser alguien importante en el futuro
Alemania arrasó en el Mundial 2023 y se proclamó campeona invicta por primera vez. El país llevaba muchos años acumulando talento y finalmente se abrió paso el pasado verano al lograr el tercer puesto en el EuroBasket 2022 de la FIBA.
Dennis Schroder hizo gala de su liderazgo en Asia para llevar a Alemania a la corona mundial sólo cuatro años después de caer en la primera ronda. Alemania podría ser una potencia durante algún tiempo, ya que la media de edad del equipo es de sólo 25,1 años, y sólo Daniel Theis y Niels Giffey superan los 30 años.
Además, hay muchos talentos en ciernes en el país. Acostúmbrate a incluir a Alemania entre los aspirantes al título en un futuro próximo.
AMADO #1- Los aficionados de Filipinas son amantes del basket
Filipinas es conocida desde hace tiempo como una nación amante del baloncesto, y así lo demostró en la Copa Mundial, acudiendo en masa no sólo a ver a su selección nacional, sino también a animar a sus estrellas favoritas de la NBA. Fue en Filipinas donde se estableció un nuevo récord de asistencia a la Copa Mundial, con 38.115 aficionados que acudieron al Philippine Arena para el partido inaugural de Filipinas contra la República Dominicana.
Además de celebrar a sus propios jugadores, algunos de los momentos estelares de la afición en Manila fueron las fuertes ovaciones al escolta estadounidense Austin Reaves, que juega en el equipo favorito de muchos filipinos, Los Ángeles Lakers; y pasar de abuchear al canadiense Dillon Brooks -por sus travesuras en la NBA con la estrella de Los Ángeles Lakers LeBron James- a corear MVP durante el partido por el tercer puesto.
LECCIÓN #2- Tres países pueden albergar una Copa del Mundo FIBA
Okinawa Arena in Japan
Muchos se preguntaban cómo sería un Mundial en tres países, pero Indonesia, Japón y Filipinas dieron al mundo un torneo para recordar. Hubo grandes partidos y grandes historias que seguir en los tres países anfitriones. Los aficionados acudieron a los partidos y la organización hizo un buen trabajo para los equipos, los funcionarios, los medios de comunicación y los aficionados por igual. Y la mascota del torneo, JIP, dio a los aficionados un motivo de celebración.
AMADO #2- Despedidas de Datome, Haddadi y otros
En todos los Mundiales, las estrellas veteranas juegan por última vez con la selección nacional, lo que provoca emotivas despedidas. Y la edición de 2023 no fue diferente.
La leyenda italiana Luigi Datome jugó su último partido con la Azzurra, y el seleccionador Gianmarco Pozzecco se aseguró de que su querido capitán recibiera una ovación en pie, deteniendo el último partido de Italia a falta de unos 3 minutos para el final y dejando que los aficionados se despidieran a lo grande. Otra leyenda que recibió una despedida especial fue el gran jugador iraní Hamed Haddadi, a quien el equipo contrario del Líbano festejó en la cancha tras el último partido del jugador de 38 años.
Por México, jugadores veteranos como Orlando Méndez, Paul Stoll y Jorge Gutiérrez vivieron seguramente su último proceso mundialista. Todos ellos, junto con Héctor Hernández e Israel Gutiérrez, son los últimos bastiones de los famosos «12 Guerreros», que hicieron historia en la pasada Copa del Mundo de 2014.
LECCIÓN #3- El futuro es brillante para Giddey y compañía.
Mientras algunos veteranos decían adiós, la Copa del Mundo también vio cómo varios jóvenes demostraban que están preparados para brillar en los grandes escenarios en los próximos años.
El australiano Josh Giddey, de 20 años, fue nombrado Estrella Revelación de Wanda, pero tuvo una dura competencia para hacerse con el galardón. El estadounidense Paolo Banchero, el serbio Nikola Jovic y el dominicano Jean Montero también eran candidatos destacados, mientras que el sursudanés Khaman Maluach, de 16 años, demostró que su futuro es brillante con las Bright Stars.
AMADO #3- Los cuentos de cenicientas son reales con Sudán del Sur
Hablando de Sudán del Sur… a todo el mundo le gusta un buen cuento de hadas y la Copa Mundial 2023 nos regaló algunas historias fantásticas para recordar por los siglos de los siglos. Una de las más mágicas fue la de Sudán del Sur. Los africanos dieron a su asediado país razones para creer y tener esperanzas, no sólo consiguiendo tres victorias en su primera Copa Mundial, sino también reservando un billete directo a París 2024.
Así pues, ahora miramos hacia la Copa Mundial de Baloncesto de la FIBA 2027 en Qatar. Una de las mayores ventajas para los aficionados es que las cuatro sedes estarán en una sola ciudad, Doha, lo que facilitará a todos los seguidores ver a sus jugadores favoritos. Adiós Manila, Yakarta y Okinawa. Hasta pronto Doha.
Con información de FIBA
