Connie Hawkins: el fenómeno incompredido de la NBA

DB

La carrera de Connie Hawkins tiene tanta mística como la de cualquier otro integrante del Salón de la Fama 

Cornelius «Connie» Lance Hawkins fue un hombre de notable talento que jugó gran parte de su carrera en las sombras. Nunca fue de números legendarios durante sus siete años en la NBA: 16.5 puntos y 8.0 rebotes por juego, sin embargo, Hawkins fue votado para ingresar al Salón de la Fama en 1992, un reconocimiento que por muchos años le habían negado injustamente.

Hawkins se moldeó desde pequeño en las canchas callejeras de Nueva York pero el sueño de ser un jugar profesional se descarriló injustamente cuando la NBA le prohibió ingresar por las sospechas de participación en un escándalo de apuestas que tuvieron que ver con la Universidad de Iowa.

Elogiado por sus contemporáneos y descrito como tal vez el jugador con más talento para jugar el basquetbol justo antes de la aparición de Julius Erving y Larry Bird. Hawkins era conocido como uno de los primeros jugadores capaces de abalanzarse y volar hacia el aro a través de acrobacias y espectaculares tiros.

Nació el 17 de julio de 1942 en Brooklyn. A la edad de 11 años ya mostraba su talento clavando el balón. La noticia de la aparición de un talentoso jugador voló por el barrio. Muy pronto hubo historias que lo hicieron saltar a otro nivel. En 1960 se convirtió en uno de los mejores jugadores en la historia de una escuela preparatoria de la ciudad de Nueva York y terminó siendo All-American. En la preparatoria ya medía 2.03 metros y poseía unas manos inusualmente grandes junto con un talento para irrumpir a través de la defensa antes de lanzarse por la clavada.

Pero en 1961, cuando estaba por iniciar su primer año en Iowa, estalló el escándalo de apuestas. Hawkins no fue arrestado y no fue directamente implicado. Los principales culpables en el escándalo afirmaron que Hawkins no tenía conocimiento de ningún arreglo de juegos. Sin embargo, estaba de alguna manera vinculado al escándalo, de tal manera, que fue dado de baja en la Universidad y de paso vetado por la NBA.

Entonces, Hawkins se convirtió en nómada. Recorrió el mundo con los Harlem Globetrotters y jugó en otra ligas mientras esperaba que eventualmente se le permitiera jugar con los mejores.

A la edad de 19 años jugó una temporada para los Pittsburgh Rens de la American Basketball League (ABL) y fue nombrado el jugador más valioso de la liga. Lo mejor de ABL, dijo Hawkins, era que tenía un equipo en Hawai. La ABL sucumbió durante su segunda temporada y Hawkins decidió darle la vuelta al mundo con los Globetrotters durante dos años. No era una competencia, pero Hawkins necesitaba el sueldo.

Posteriormente, en la American Basketball Association (ABA), Hawkins jugó 70 juegos para los Pittsburgh Pipers en la temporada inaugural 1967-68. La ABA no era una súper liga pero sus equipos tenían mucho talento en sus rosters.

La ABA había esperado que su principal estrella fuera Rick Barry, pero se vio obligado a quedarse fuera de la temporada como resultado de una resolución legal. Así que Hawkins se convirtió en la estrella en la nueva liga. Roger Brown y Doug Moe, otros dos jugadores que habían sido afectados por los escándalos de apuestas en la universidad pero igual que Hawkins nunca fueron condenados por ningún delito, también se relacionaron con esta nueva liga y estuvieron entre los mejores.

Hawkins lideró a Pittsburgh a un récord de 54-24 en la temporada regular para alcanzar los playoffs. Los Pipers eliminaron a los Indiana Pacers en tres juegos consecutivos en la ronda inicial, luego derrotaron a los Minnesota Muskies cuatro juegos a uno para ingresar a las primeras finales de la ABA. Sus oponentes fueron los New Orleans Buccaneers. Nueva Orleans tomó una ventaja de 3-2, pero los Pipers se reagruparon para tomar los dos últimos juegos  y proclamarse como campenes de la ABA.

Hawkins lideró la liga en anotación con 26.8 puntos por partido y redujo 13.5 rebotes por competencia. Los números de Hawkins le valieron el Premio al Jugador Más Valioso de la ABA en la temporada 1967-68. Se unió al equipo All-ABA conformado por Doug Moe, Mel Daniels, Larry Jones y Charlie Williams.

El año siguiente, el equipo se mudó a Minnesota, y Hawkins jugó la mitad de la temporada. En 47 juegos promedió 30.2 puntos y 11.4 rebotes, mientras disparaba un .503 desde el campo. Repitió como una selección del All-ABA, uniéndose a Barry, Daniels, James Jones y Larry Jones.

Los Pipers regresaron a Pittsburgh para la temporada 1969-70 (y cambiaron su nombre a los Condors en la temporada siguiente), pero el Cóndor estaba a punto de volar alto. En dos temporadas de ABA, Hawkins promedió 28.2 ppj y 12.6 rpj. Su promedio de anotaciones en playoffs también fue de 28.2 puntos por juego.

Hawkins fue una increíble fuerza ofensiva en situaciones individuales: un creador de tiro que fue rápido, ágil y un gran saltador. Un tirador externo decente, estaba más en su elemento al enfrentar  a los defensores, girando hacia la canasta con grandes zancadas y metiendo la pelota en el aro.

En 1969 ocurrieron un par de eventos significativos. Un artículo de la revista Life sugirió que Hawkins era inocente de cualquier irregularidad en el escándalo de apuestas que había sucedido una década antes. Un año más tarde, el comisionado de la NBA, J. Walter Kennedy, levantó la prohibición contra Hawkins luego de resolver una demanda antimonopolio por más de $ 1 millón de dólares. Eso permitió que Hawkins se uniera a los Phoenix Suns a los 27 años.

Habiendo encontrado la redención, Hawkins ahora se dispuso a demostrar que era tan bueno como su leyenda. En 1969-70, Hawkins jugó 81 partidos con Phoenix terminando con un 24.6 ppj, sexto mejor marca en la NBA. Hawkins también sumó 10.4 rebotes y repartió 391 asistencias, casi cinco por juego. Fue nombrado al equipo All-NBA junto con Willis Reed , Walt Frazier , Jerry West y Billy Cunningham.

Aunque los números de Hawkins disminuyeron levemente durante las siguientes dos temporadas, todavía era una estrella. Promedió 20.9 y 21.0 ppj en 1970-71 y 1971-72, respectivamente, pero sus rebotes por juego cayeron a un solo dígito.

Algunos periodistas y fanáticos comenzaron a hacer comentarios críticos y cuestionaban su deseo de ganar. El atletisismo estaba allí, pero la pasión parecía faltar. Tal vez, se dijo, la intensidad se había dejado en las canchas de su barrio, en las canchas ABL y ABA o en las giras con los Globetrotters.

En 1972-73, Charlie Scott fue el líder anotador de Phoenix con un promedio de 25.3 ppj. Las habilidades de Hawkins estaban empezando a desvanecerse un poco, pero aún podía anotar 16.1 ppj con un poco de astucia. Después de ocho juegos en 1973-74 fue cambiado a Los Ángeles. Los Lakers estaban envejeciendo; Wilt Chamberlain se había retirado y las lesiones limitaban a Jerry West a solo 31 juegos. Hawkins, también, había entrado en la etapa de su carrera en el que, a pesar de que todavía jugaba minutos sólidos, sus números estaban disminuyendo, por ejemplo, su puntuación se redujo a 12.6 ppj.

En 1974-75, apareciendo en 43 juegos con los Lakers, Hawkins dejó de ser un jugador destacado con un promedio de 8.0 ppj. En 1975-76 se trasladó a Atlanta y contribuyó con 8.2 ppj. Hawkins se retiró después de esa temporada a la edad de 33 años. En sus siete temporadas de la NBA, Hawkins promedió 16.5 puntos por partido.

Su elección para el Salón de la Fama se debió en gran parte a su genialidad. Hawkins fue el primer jugador en demostrar el estilo que posteriormente fueron marcas registradas de jugadores como Julius Erving y Michael Jordan. Su consagración también reconoció que no todo el mejor basquetbol se jugó en la NBA. Algunas de las canastas más poéticas se realizaron en los gimnasios del barrio con poca luz y en las canchas de asfalto con redes de cadena. Ahí es donde Connie Hawkins realmente construyó su reputación.

En el momento en que finalmente llegó a la NBA, le quedaba suficiente jugo para demostrar que las cosas que dijeron sobre él eran ciertas.El cuatro veces NBA All Star siempre había mantenido su inocencia en el escándalo de apuestas y se había conducido sin rencor una vez que se le permitió ingresar a la NBA. Cuando Hawkins fue incluido en el Salón de la Fama, le preguntaron si le negaron una carrera en la NBA que pudo haber sido de más tiempo. Él no mostró rencor.

«Mi actitud era que si no hubiera jugado en la ABA, no tendría trabajo», le dijo al Boston Globe. «Si no hubiera jugado con los Globetrotters, no habría aprendido la experiencia y viajado por el mundo. Esas cosas me ayudaron y me dieron un estilo de juego diferente una vez que ingresé a la NBA”.

Cuando se le preguntó si la inducción le dio una sensación de reivindicación, respondió: «mi reivindicación fue que ingresé a la NBA y pude jugar al basquetbol. Esto fue la cereza del pastel».

«The Hawk» murió a los 75 años el 6 de octubre de 2017.

Fuentes: NBA y Phoenix Suns

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