La pirámide del éxito del legendario entrenador John Wooden

DB

Inspirada en el baloncesto, la pirámide del éxito ideada por John Wooden ha dejado un legado más allá de la cancha de juego y ahora es aplicada como una fórmula existencial. Wooden no sólo ha marcado un antes y después en el mundo del baloncesto, sino que, con esta idea altruista y solidaria de enfocar la vida, ha diseñado un modelo de éxito que se ha aplicado a otras esferas de la vida.

Las Bases:

Laboriosidad

Uno tiene que trabajar y trabajar duro. No hay substituto para el trabajo. Para Wooden no había otro camino para él éxito que el que se construye con el esfuerzo diario. Lo que viene pronto, pronto se va y sólo perdura aquello que se ha conseguido con el largo esfuerzo del trabajo constante.

Entusiasmo

Wooden creía en tándem esencial que éste formaba con la laboriosidad. Si no hay premio sin trabajo, tampoco puede haber trabajo sin antes la existencia de entusiasmo por lo que se hace. El corazón y la mente deben impulsar nuestras acciones.

Amistad

Para alcanzar el éxito, Wooden entendía que siempre debe prevalecer un sentimiento de amistad. Un sentimiento más fuerte que cualquier otro, que refuerza los vínculos de unión del grupo, da sentido al esfuerzo colectivo e impulsa el entusiasmo por el trabajo.

Lealtad

Sólo se puede entregar uno y trabajar firmemente en cuestiones en las que se es completamente leal. Si no se es leal, no se podrá alcanzar la habilidad necesaria para el éxito, porque tampoco se confiará en él. Al igual que hay que ser leal con uno mismo, Wooden habla de la lealtad con los demás para conseguir el objetivo común.

Cooperación

Nuestro trabajo y forma de ser debe ser un estímulo para los compañeros. A estos se les debe ayudar para conseguir entre todos el mayor vínculo de unión. De igual modo, Wooden habla del respeto y entendimiento del rival.

El cuerpo de la pirámide

Iniciativa

No hay que esperar que lleguen las cosas, hay que ir por ellas. La iniciativa es tener el coraje de tomar decisiones y tomar acciones. Nunca se debe de dejar de actuar por miedo al fracaso. Si no se actúa nunca se logrará triunfar. En el pensamiento de esta pirámide está la realidad de que el fracaso previo también forma parte del éxito.

Propósito

Previamente a cualquier acción hay que marcarse una hoja de ruta, una planificación que nos lleve al objetivo marcado. Hay que fijarse un objetivo y la perseverancia y la persistencia en lograr nuestra meta serán indispensables.

Auto control

Wooden habla de la necesidad de mantener el juicio y el sentido común durante el largo camino de ascenso por la pirámide. En los momentos de tensión, donde flaqueen las fuerzas o falte confianza, no hay que perder la noción de la realidad que nos rodea.

Mantenerse Alerta

No hay mayor peligro que el exceso de confianza. Wooden decía que el éxito sólo se consigue si se permanece en constante vigilancia, se observa la realidad en la que actuamos y nos adaptamos a los cambios que en ella se produzcan. Dormirse o confiarse en exceso pueden ser perjudiciales, por lo que hay que estar siempre alertas al cambio y dispuestos a aprender.

Condición

Entramos en la parte más importante de la pirámide. Wooden no habla de una condición estrictamente con valores deportivos, es mucho más global en su definición. La preparación de la condición física, mental y emocional es fundamental para alcanzar nuestros objetivos y por ello hay que preparar el cuerpo y la mente para cada situación.

Destreza

Serán un total de habilidades necesarias para la buena consecución de nuestras acciones. Hay que trabajarlas y mejorarlas, es esencial no sólo saber lo que se hace, hay que estar preparado para hacerlo de forma rápida y correctamente.

Espíritu de equipo

Wooden siempre pensaba que cada individuo debía pensar de forma colectiva. La persona dentro de un conjunto. No hay que anteponer la voluntad individual sobre la del grupo, las metas particulares quedan supeditadas al éxito del grupo. Sólo la fuerza y la unión de todos es lo que llevará a un equipo al triunfo.

El vértice

Carácter

Wooden se adentra en la parte superior de su pirámide. Considera que todos los elementos que aquí aparecen son el resultado de la firme existencia de todos los elementos previos. Así el carácter, indispensable para alcanzar el éxito, es producto de todo un trabajo previo, tanto colectivo como individual, que nos marca como individuos. Wooden no quería falsas imitaciones o que se actuara, para él las personas con carácter son quienes realmente son auténticas. Además, el carácter de los individuos y los grupos es necesario porque deberá surgir cuando todo se ponga en contra.

Confianza

Nadie más que uno mismo debe creer en nuestras posibilidades. Wooden habla de que el orgullo, sin caer en la prepotencia, es necesario para actuar. Hay que confiar en lo que somos capaces de hacer para que también las personas confíen en nosotros.

Grandeza competitiva

No será fácil alcanzar la cima, pero la dificultad de la meta hará más atractiva su consecución. Wooden hablaba de saber competir, de crecerse en los momentos de dificultad y responder con valentía a los retos. Sólo sabiendo competir se puede vencer.

El éxito

«El éxito es la paz de la mente que es el resultado directo de la satisfacción de uno mismo en saber que hizo el esfuerzo de hacer lo mejor de lo que es capaz.» – John Wooden.

Wooden complementó la pirámide con las 12 lecciones de liderazgo:

  1. Los buenos valores atraen buenas personas.
  2. Amor es la palabra de cuatro letras más poderosa.
  3. Llámate a ti mismo Maestro.
  4. La emoción es tu enemigo.
  5. Toma diez manos hacer una anotación.
  6. Las pequeñas cosas hacen pasar grandes cosas.
  7. Haz de cada día tu obra maestra.
  8. La zanahoria es más fuerte que una vara
  9. Haz grandezas alcanzables para todos.
  10. Buscar significa cambio.
  11. No mires al marcador o tablero de puntos.
  12. La adversidad es tu activo.

¿Quién fue John Wooden?

Wooden nació el 14 de octubre de 1910 en Martinsville, Indiana.  Posteriormente asistió a la escuela secundaria allí y ganó los honores como jugador con la mejor Escuela Preparatoria de todo el estado por tres años consecutivos, lo que lleva a Martinsville al título del estado de Indiana en 1927 y subcampeón en 1926 y 1928.

Con la Universidad de Purdue, fue ganador con el equipo de béisbol en su primer año y más tarde ganó los honores All-American como guardia en el equipo de baloncesto de 1930 al 32. Fue capitán de los equipos de baloncesto de Purdue de 1931 y 1932 y los llevó a dos títulos del Big Ten  y el campeonato nacional de 1932.

Como entrenador con el equipo de UCLA se alzó con el título de la NCAA desde 1964, 1965, 1967, 1968, 1969, 1970, 1971, 1972, 1973 y 1975. Fueron diez victorias en las doce finales que disputó.

A comienzos de los 70, el conjunto encadenó una serie de 88 victorias consecutivas, incluidas dos temporadas (1971-72 y 1972-73) en las que no supo lo que era la derrota. UCLA volvió a enlazar 28 partidos ganando entre las temporadas 1963-64 y 1973-74.

Wooden entrenó a jugadores míticos como Walt Hazzard, Kareem Abdul-Jabbar y Bill Walton. Después de la campaña 1974-75, se retiró como entrenador con un balance de 620 victorias y 147 derrotas. John Wooden falleció a los 99 años en Los Ángeles, California el 4 de junio de 2010.

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