Mientras se preparaban para los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92, el fabuloso “Dream Team” de Michael Jordan, Magic Johnson y compañía, perdió un enfrentamiento de preparación contra un equipo conformado por jóvenes universitarios.
Era impensable que los futuros integrantes del Salón de la Fama pudieran perder un encuentro y menos uno de preparación, pero tampoco nadie se imaginó de la astucia del legendario entrenador en jefe Chuck Daly (Detroit Pistons), para enviar en ese momento un mensaje muy importante para su equipo.
La primera concentración del Dream Deam se realizó a finales de junio de 1992 en La Jolla, California. En su primer “scrimmage”, el equipo mostró una falta de compañerismo y todo se convirtió en una auténtica lucha de egos. El entrenador Daly supo manejar la situación y de inmediato convocó a un grupo de jugadores universitarios para enfrentar a su equipo, sería el primer juego de preparación donde todos jugarían en un solo bando y para una sola causa.
Ese joven equipo estaba conformado por los talentosos Grant Hill y Bobby Hurley (Duke), Jamal Mashburn (Kentucky), Chris Webber (Michigan), Anfernee Hardaway (Memphis State), Allan Houston (Tennessee), Rodney Rogers (Wake Forest) y Eric Montross (North Carolina).
Mientras se realizaba el juego a puerta cerrada, la prensa ya esperaba afuera del gimnasio sin saber que en la duela se estaba cocinando la primera derrota del equipo norteamericano. Por inverosímil que parezca, era el resultado que Chuck Daly esperaba. Tiempo después se supo, gracias al testimonio del entrenador asistente Mike Krzyzewski y del propio Daly, que todo había sido una maniobra para demostrarle a su equipo que la derrota podía llegar cuando no se trabaja en equipo.
Finalizando el partido, Daly se las ingenió para eliminar las evidencias de esa derrota ante una prensa que no se imaginaba lo que acababa de ocurrir en el gimnasio de la UC San Diego, ni mucho menos de la cátedra que el entrenador dictó para manejar los egos y dar una dura lección a esas estrellas intocables de la NBA. Al día siguiente se daría la revancha, pero esta vez, con un resultado apabullante en favor del equipo olímpico.
Un mes más tarde, ya en los Juegos olímpicos, el poderoso Dream Team arrasó con todos sus rivales, incluyendo al equipo croata del sensacional Drazen Pretrovic, quienes fueron superados en la final realizada en el Olimpic de Badalona por una pizarra de 117-85.
Siempre recordaremos al único e inigualable Dream Team, a ese primer equipo con jugadores NBA en unos Juegos Olímpicos; a esos legendarios e históricos pero con una derrota, la única, y la que nadie se hubiera imaginado.
