Por Antonio Reyes
En esta ocasión quiero comentarles la experiencia que tuvimos los que formamos parte de la Selección Nacional Varonil de México que asistió a los Juegos Deportivos Panamericanos celebrados en Caracas, Venezuela, en 1983.
Michael Jordan, siendo un jovencito de 20 años, jugaba su primera competencia internacional, venía precedido por ser el mejor jugador de la temporada 82-83 en el basquetbol colegial de la NCAA y fue entonces la sensación del torneo. En este equipo de Estados Unidos iban jugadores que después se convirtieron en grandes estrellas de la NBA: Sam Perkins, Wayman Tisdale, Michael Cage, Mark Price, Chris Mullen, Ed Pinckney, Leon Wood y otros que posteriormente no fueron tan conocidos. El coach de este equipo era Jack Hartman. El mejor de todos ellos, indudablemente, fue Michael Jordan.
Al equipo de México nos tocó en el Grupo A, junto a Estados Unidos, Brasil, Venezuela (equipo anfitrión) y Uruguay, que finalmente desistió de asistir. En el Grupo B estaban Puerto Rico, Canadá, Cuba, Argentina y República Dominicana. Recuerdo que el equipo estaba muy animado, había confianza de que podíamos tener un gran torneo, a pesar de que nos hubiera tocado en el juego inaugural enfrentar al equipo de Estados Unidos. Los venezolanos, aprovechando su localía, querían scoutearnos antes de enfrentarnos ya que ese partido era crucial y definitivo para ambos equipos.
En el juego estelar de la inauguración y para sorpresa de todos los presentes, el equipo mexicano, por primera vez en su historia, a medio tiempo iba derrotando al equipo norteamericano, con todo y Michael Jordan, por marcador de 47 a 36. Para el segundo tiempo, los norteamericanos presionaron muy fuerte desde media cancha y controlaron los rebotes; con 9 minutos para terminar el juego, México se sostenía al frente 57-54, pero finalmente, los norteamericanos le dieron la vuelta al marcador y terminaron ganando 74-63.
El equipo mexicano dejó una grata impresión, sorprendió a propios y extraños y tomó mucha confianza para enfrentar a Venezuela y derrotarlos en su casa por marcador de 86-76, ante un Poliedro de Caracas a reventar, que no dejaba de apoyar a su equipo, con ello aseguró su pase a la segunda ronda. La ronda de finales fue intensamente disputada. Cada jornada era una serie de batallas memorables entre los distintos contendientes. Jordan brillaba en cada partido y el equipo de Estados Unidos se encaminaba a la medalla de oro.
México, por su parte, se iba imponiendo en grandes actuaciones a Puerto Rico por 97-90, luego volvía a perder contra Estados Unidos y Brasil, y derrotaba a Canadá 93-92, en un tremendo juego que posteriormente les contaré la anécdota, ya que realmente es memorable, y finalmente vencía a Argentina 85-81 para asegurar la medalla de bronce. En ese torneo Estados Unidos ganó la medalla de oro, Brasil consiguió plata y México se quedó con la medalla de bronce.
La Selección Mexicana estaba integrada por Jesús Gómez, Presidente de la FMB; Gustavo Saggiante, entrenador; Benjamín Ortega, asistente. Los jugadores eran José Luis “Satánas” Arroyos, Julio Gallardo, Rafael Palomar, Antonio “Toñito” Reyes, Antonio Esquivel, Arturo “Nasi” Sánchez, Rafael Holguín, Calixto Arroyo, Armando Alcalá, Salvador “Chava” López, Ángel “Pompis” González y Norberto “Lou” Mena.
Rafael Holguin de ciudad Juárez una gran persona y gran jugador, es quien se ve en la foto #14
toño reyes (qepd)……ya estas en el cielo toñito
Estoy muy orgullosa de leer estas maravillosos relatos que se vuelven historias memorables… En ese entonces, mi hermano tenía también 20 años de edad y siempre estará en mis recuerdos.. Con amor,
Sarah Reyes
Excelente anécdota y que recuerdo, cuando México tenía una federación en órden por eso tenían nivel sus selecciones de básquetbol,reclutaba al mejor talento.