En 1997, nadie se esperaba la llegada de las Air Foamposite One. Desde entonces, este diseño ha estado en todas partes. Desde las canchas universitarias hasta los pies de Penny, las Air Foamposite One, ahora un icono cultural en todo el mundo, han tenido un ascenso histórico hasta llegar a ser lo que son hoy en día. Todo comenzó con un proyecto experimental liderado por Eric Avar y el grupo de Diseño Avanzado de Productos. Avar podía visualizar claramente la idea: «Pensamos: ‘¿y si se pudiera meter el pie en un baño de material líquido que se quedara adherido? ¿Y si se pudiera jugar al baloncesto solo con eso?’ Esa fue mi inspiración, y me esforcé para que la gente se lo imaginara», explica mientras recuerda este icono.
Para que esta visión absolutamente única se hiciera realidad, el equipo tuvo que pensar de manera diferente, de una forma completamente desconocida para la industria de las zapatillas en aquel momento. Estas nuevas maneras de pensar tomaron forma en el Equipo de Diseño Avanzado de Productos, bajo la dirección de Avar y del actual director de Exploración e Innovación en Zapatillas, Jeff Johnson. Para Avar, esta idea no habría podido llevarse a cabo sin ellos. «Trabajamos muy duro con ese grupo, y con Jeff Johnson en particular, que ayudó en el desarrollo de la visión de este producto y en la ejecución técnica a la hora de realizarlo», afirma.
«Era básicamente una envoltura de material en la que vertimos poliuretano. Y así creábamos la forma y la estructura», explica Avar. «El núcleo central del molde fue lo último; en las paredes exteriores del molde se incluían un montón de detalles exteriores; después se juntaba todo». Según Avar, el proceso de creación del modelo de 1997 llevó entre tres y cuatro años, y fue recibido con mucha resistencia. Esa resistencia se acabó rápidamente cuando nada menos que Penny Hardaway se fijó en el aspecto de estas zapatillas de fama mundial. Aunque nunca se las habían presentado formalmente, se incluyó una muestra durante una reunión de temporada entre Hardaway y el equipo de producto.
«En aquella época trabajábamos con Penny. Y, como siempre, le llevamos una bolsa llena de zapatillas para hablar sobre el futuro y sobre su opinión acerca de su producto actual», explica Avar. «La muestra de las Foamposite era lo último que quedaba en la bolsa, y yo ni siquiera la había sacado, porque todas aquellas críticas habían calado hondo y casi me sentía avergonzado. Así que, cuando estábamos terminando, Penny echó un vistazo y dijo: ‘¿Qué es eso que hay en la bolsa?’ Yo no me decidía a sacar la muestra, pero al final lo hice, él la agarró y preguntó: ‘¡¿Qué es esto?!’ Le dije que se trataba de un concepto en el que estábamos trabajando. Me interrumpió y dijo: ‘Ya está. Quiero que estas sean mis nuevas zapatillas'». Con la aprobación de Penny, las Air Foamposite One tal y como las conocemos tomaron forma sin encontrar apenas resistencia.
A lo largo de todo el proceso, e incluso antes de que Hardaway diera su aprobación, se experimentó con diferentes versiones de las Air Foamposite One. Había versiones con amortiguación Max Air visible y otras versiones más parecidas al diseño final, que mostraban los logotipos clásicos de Nike Air y carecían del icónico logotipo de Penny, el 1Cent. Las Air Foamposite One definitivas contarían con una amortiguación Zoom Air completa duplicada en el talón, además de la icónica insignia 1Cent en el talón y en la suela. Con este diseño icónico, queda claro que las Air Foamposite One llegaron para quedarse.
Esta silueta revolucionaria sentó las bases de una franquicia entera de zapatillas innovadoras, lideró la línea exclusiva de Penny a ojos de muchos, amplió para siempre el mundo del diseño sneaker y, lo más importante, causó un impacto que todavía se nota hoy en día, y que no se limita en absoluto a la cancha.
Fuente Nike
